El proyecto de aborto legal se encamina a ser tratado el 29 de diciembre en el recinto. Algunos de los senadores que figuraban como indecisos firmaron en disidencia parcial el dictamen a favor del proyecto.
Tras varias horas de debate, finamente el proyecto de ley de aborto legal obtuvo dictamen de mayoría con 33 firmas a favor. Entre ellos, hay tres que encienden las esperanzas del sector "verde", ya que figuraban como indecisos de cara a la votación del 29 de diciembre.
Dos de los que figuraban como indecisos firmaron en disidencia parcial: el entrerriano Edgardo Kueider, del Frente de Todos, y el cordobés Ernesto Martínez, de Juntos por el Cambio. El senador por Entre Ríos no había dado a conocer su posición y el jueves decidió firmar en disidencia parcial, lo que significa que el legislador pedirá modificaciones al proyecto en el recinto, pero acompañará en general el expediente. También, firmó el dictamen por mayoría la senadora rionegrina Silvina García Larraburu, que en 2018 había votado en contra.
Entre los firmantes están Norma Durango, Oscar Parrilli, Anabel Fernández Sagasti, Guadalupe Tagliaferri, Alfredo Luenzo, Ana Almirón, Daniel Lovera, Mariano Recalde, Maria Eugenia Catalfamo, Juan Pais, Eugenia Duré, Gladys González, Nancy González, Ana Ianni, María Pilatti, María Sacnún, Silvia Sapag, Pamela Verasay, Beatriz Mirkin y Nora Giménez.
La propuesta de legalización del aborto fue rechazada en el Senado en 2018 cuando no llegó ni siquiera a tener las adhesiones necesarias para la emisión del dictamen de mayoría, por lo que el paso dado el jueves en comisiones fue considerado un dato positivo por los senadores del sector "verde" que buscan respaldar la sanción dada por la Cámara de Diputados.
Aun restan conocer qué harán finalmente la neuquina Lucila Crexell y la entrerriana Stella Maris Olalla, ambas de Juntos por el Cambio. Ayer, el pampeano Juan Carlos Marino confirmó que vota en contra.
Para los senadores del sector anti-derecho, en cambio, no había lugar para el tratamiento de la iniciativa por considerar que "había temas más importantes para debatir como la pobreza y la pandemia de coronavirus" y por entender que la propuesta "promueve" la realización de abortos en desmedro de la educación sexual para la prevención de los embarazos no deseados.
El presidente de la comisión de Justicia, el senador del Frente de Todos Oscar Parrilli, aseveró que "no se trata de tener consenso en todo y de que no haya diferencias" al replicar que "la democracia significa que se resuelvan esas diferencias a través del voto".
Su par de Salud, el radical Mario Fiad, opinó que "más allá del tratamiento en sí queda claro que no se agotó el debate sobre el tema en ningún rincón del país" porque se trata "del derecho humano primario y fundamental" y consideró que se empezó "por el final" porque antes que el aborto debía discutirse cómo terminar con la pobreza.
Como en las audiencias anteriores, durante la jornada del jueves hubo tensión entre senadores del oficialismo que por primera vez aparecen enfrentados en el tratamiento de una iniciativa del Poder Ejecutivo. El jefe de los senadores del Frente de Todos, José Mayans, volvió a reprocharle a su compañera de bancada, Durango, cierta "imparcialidad" a la hora de dar espacio para las exposiciones de quienes abogan por aprobar la norma, algo que la legisladora pampeana rechazó y calificó de "injusto".
En la previa de la emisión del dictamen, y cuando aún hay senadores que no hicieron público su voto de cara a la sesión del 29, el senador de Cambiemos Juan Carlos Marino -que figuraba entre quienes podían revertir su posición respecto a 2018- ratificó que votará en contra.
Fuentes parlamentarias dijeron que, a diferencia de hace dos años, cuando la norma fracasó en la votación en la Cámara alta, este año la relación entre quienes están a favor y quienes están en contra sería más pareja. Aunque admitieron que aún hay indefinidos, la senadora del oficialismo Nancy González expresó estar convencida de que "esta vez será ley" para evitar las muertes de mujeres por abortos clandestinos en Argentina.
El senador del Juntos Somos Río Negro, Alberto Weretilnek, adelantó su respaldo pero en disidencia ya que se manifestó en desacuerdo con artículos vinculados a la objeción de conciencia y a los plazos para someterse a la práctica.
Fuente: El Destape