Sin información de mejoras de ingresos para la masa salarial y la reactivación del consumo, el gobernador Gustavo Bordet destaconó la confección del presupuesto 2021 proyecto de ley que ya fue enviado a la legislatura entrerriana para su tratamiento, el cual tiene a la reactivación de la obra pública como prioridad.
En un momento álgido respecto a las necesidades que viene denunciando y reclamando la clase trabajadora entrerriana, justamente el sector que viene realizando el mayor esfuerzo y aporte ante la coyuntura, incluso cediendo puntos en sus derechos salariales ante la pandemia y reclamando la apertura urgente de paritarias, el mandatario entrerriano expresó lo siguiente en redes sociales:
"En medio de un contexto verdaderamente difícil, presentamos hoy el proyecto de presupuesto 2021 a la Legislatura provincial. Basado en los indicadores que elaboró Nación, decidimos priorizar con fuerza la obra pública, la salud y las políticas sociales para dinamizar la economía".
"El principal objetivo es orientar los recursos del Estado de manera estratégica para generar trabajo y brindar contención a los sectores de la sociedad que más la necesitan, y más en este contexto de pandemia. Para eso consolidamos la eficiencia del gasto público".
"Gracias a ello pudimos establecer un aumento del 67% del presupuesto destinado a obras de infraestructura, del 44% para Educación, el 60% para discapacidad, del 38% para Salud, del 33% para Desarrollo Social, y un 30% para Copnaf, entre otros aumentos".
La lógica del gobernador entrerriano puede tener que ver con el criterio que marcó el gobierno nacional al definir que el Estado sea “el motor de la reactivación económica” y apuntó a los ministerios de Obra Pública y Desarrollo Territorial como los designados para llevar adelante esa tarea.
Alberto expresó en la ultimas horas que, en total son 270 las obras –desparramadas a lo largo del país, menos en el AMBA– que volvieron a ponerse en marcha luego de dos grandes escollos. El primero había nacido de la crisis económica que paralizó el último tramo de la gestión macrista y luego el parate obligado por la pandemia. Si bien las actividades involucradas en la obra pública siempre estuvieron habilitadas porque fueron calificadas como esenciales, a muchas empresas no les fue fácil adaptarse debido a complicaciones con el abastecimiento de insumos y el miedo en los trabajadores a exponerse al coronavirus, entre otros factores, según explicaron fuentes del sector. El transporte y alojamiento bajo protocolo Covid-19 garantizado por parte de las empresas fue clave para destrabar estas obras. Primero fueron los 52 hospitales –urgidos por la emergencia sanitaria– luego rutas y también plantas potabilizadoras. “Se trata de fortalecer toda la capacidad de cuidado del Estado para que la Argentina duela menos-le dijo Katopodis a Tiempo- No es la meritocracia la que va a mejorar la vida de los ciudadanos”.
A su vez se desplegó en el territorio el programa de micro obra pública Argentina Hace, implementado en municipios chicos de las provincias con el objetivo de generar trabajo local en pequeñas obras.
Volviendo a la ley de leyes en Entre Ríos, las críticas no se hicieron esperar, especialmente desde el sector Salud que analizan a ese 38% de inversión para el sector como una burla atento a los acontecimientos.