Conocido el fallo del juez de La Paz, Raúl Flores, sobre el reclamo de Luís Miguel Etchevehere y la sociedad anónima que integra junto dos de sus hermanos, rechazando tajantemente cualquier acción el desalojo de Dolores Etchevehere (también hermana de éstos) y el Proyecto Artigas de la estancia Casa Nueva, en Santa Elena, las patronales del campo se manifestaron en contra y se movilizaron en la esquina de Saenz Peña y San Martín de la ciudad cabecera departamental reclamando una justicia que los convenza y no una que les diga que están equivocados.
Lo peligroso de la manifestación que realizaron los dueños de propiedades en zonas rural de La Paz junto a un puñado de militantes macristas en frente al Juzgado que determinó el fallo a favor de Dolores Etcheveher y el proyecto Artigas, en esta instancia, es que lo hicieron irresponsablemente, sin distanciamiento social y la gran mayoría sin utilizar barbijo.
Esta irracionalidad o falta de compromiso social tuvo lugar el mismo día en que La Paz dio a conocer un récord de casos de covid-19 positivos, los que ascendieron a 12 en solo 24 horas.
Los diferentes voceros que, con declaraciones cargadas de bronca hacia el fallo y desprecio hacia el juez Flores en particular, también apuntaron contra la institucionalidad más allá del Poder Judicial. Carteles exhibidos frente a las cámaras de un móvil de TN apostado en la movilización, mostraban la imagen del gobernador Gustavo Bordet a quien tratan de cómplice en una supuesta relación entre Ejecutivo y Justicia en contra del ex ministro de Agroindustria de Mauricio Macri, según los propios y exaltados manifestantes lo hacían saber.
La pregunta es, ¿Qué hubiesen pensado y declarado estas personas si el fallo determinaba el desalojo de la finca?
Convengamos en que la idea de lo justo tiene diversas significaciones. En la filosofía presocrática, la justicia consiste en que cada cosa ocupe el lugar que le corresponde en el Universo. Para los antiguos juristas romanos, la justicia significaba dar a cada quien lo que es suyo y le pertenece, de acuerdo con la ley. Justiniano definió la justicia como la voluntad constante y perpetua de dar a cada uno lo que se merece. Esto último significa la distribución de beneficios, pero también la imposición de penas a partir de los merecimientos de cada quien. San Agustín afirmaba, en cambio, que la justicia era dar a cada cual lo que se le debe, mientras que Santo Tomás consideraba que la justicia consistía en dar a cada uno lo que le corresponde en cuanto a Derecho.
Dijo el juez de La Paz ante la denuncia presentada por los letrados que representan a la Sociedad Anónima que integra Luís Miguel Etchevehere: "Que finalmente resta considerar en esta disputa meramente familiar, lo informado a la Fiscalía por el Sr. Juez Civil y Comercial Nº 7, Dr. Martín Furman el día 17-10-2020, remitiéndole copia de la declaratoria de herederos de la sucesión de Luis Felix Etchevehere del año 2010, en la cual Dolores Etchevehere es declarada heredera junto a sus hermanos y su madre. Además informa el juez civil, y esto es dirimente para este juzgado, que: 1) ‘en el marco del sucesorio NO HAY PARTICION, … nunca se aprobó ninguna cuenta particionaria, ni adjudicación, para ello es necesario que previamente se culmine con la tarea de inventario".
"De ello se deducen dos situaciones, la primera; que los herederos han omitido inventariar el inmueble donde se asienta el campo ‘Casa Nueva’, por lo tanto quien no esté al tanto de la omisión podría sufrir algún perjuicio patrimonial; en segundo lugar, si se acreditara el dominio (con el Título de propiedad), el Juez anuncia que a la fecha no hay partición, por ello le asiste razón a la defensa en cuanto a que, por todos los bienes existentes los hermanos son condóminos y dueños por igual, hasta que culmine el sucesorio", concluyó el magistrado.
Las patronales, los poderosos, los dueños de la tierra en el departamento La Paz tal vez relacionan todo en términos de lo que ellos creen que ellos merecen.
“Nosotros vivimos honestamente, nosotros no le hacemos daño a nadie y por eso es que a nosotros nadie puede venir a decirnos qué hacer o cómo hacerlo”. Esa idea de sentirse impunes a partir de lo que se creen que son, la arrastran también los que acuñan capital financiero y material muchas veces conseguido a partir de la explotación de la mano de obra, o los acuerdos que debajo de la alfombra dejan más que polvo.
¿Cómo creerse capaces de ofrecer salvoconductos a los que subsisten en un orden muy por debajo de sus mieles?
Como otras muchas veces en este país, ha quedado claro que la necesidad y el mérito son elementos necesarios pero no suficientes para aproximarse subjetivamente a la idea de justicia.
Sin presentación de Título de Propiedad y aun presentándolo, no existe registro de división de bienes. Al decir de la popular, los Etchevehere vienen flojos de papeles.
Si bien, el ex ministro del macrismo apelará este fallo en otra instancia garantizada por el Poder Judicial que tanto bastardearon las patronales del campo en la movilización realizada en La Paz y en pleno auge de una pandemia letal; los procesos se extenderán en el tiempo y tal vez, como suele suceder ante un posible delito de usurpación como intenta demostrar (sin conseguirlo), Luís Miguel, el expediente podría pasearse durante años y no solo en la instancia penal, sino también en la civil, hasta incluso, culminar en durmiendo para siempre en un archivo.
Toda asociación política (Estado) es regulada por el Derecho. Toda base de Derecho requiere ser justa. Luego la justicia es una necesidad social. Los que reclamaron en La Paz en la noche del viernes 23 de octubre delante del Juzgado, por un fallo que no fue el que ellos pretendían o creían merecer, hablaban de Justicia rompiendo mandatos del Estado…en una situación epidemiológica muy grave. Raro no?, exigir justicia sin acatar ordenamientos básicos en una sociedad en la cual, desde el Estado (instituciones de gobierno) se busca proteger la vida de sus habitantes, nada más y nada menos.