La vuelta a la presencialidad plena en las escuelas de Entre Ríos, este lunes 30, no resultó tan plena: muchas instituciones educativas hicieron valer su autonomía y decidieron continuar con el sistema de burbujas hasta el final del segundo trimestre (que ocurrirá el próximo 3 de septiembre), y por eso recién acatarán la disposición que dio a conocer el jueves 26 el Consejo General de Educación (CGE) recién a partir del lunes 6 de septiembre.
«Estimadas Familias: en el contexto actual y considerando la reorganización familiar e institucional que implica el retorno a la presencialidad, la institución opta por continuar con el proceso de evaluación y cierre del 2º trimestre dando prioridad a la continuidad pedagógica por burbujas. También queremos priorizar en esa semana las instancias de promoción acompañada según calendario escolar. En razón de ello, volveríamos a partir del 6 de septiembre con la presencialidad plena», indicó el Instituto Santa Ana, e igual determinación adoptaron el Instituto Santa Teresita, el Colegio Juan XXIII y la Escuela Nuestra Señora de Luján.
El CGE dispuso, a través de la resolución N° 2.424, la vuelta a la presencialidad plena a partir del lunes 30 y de ese modo se resolvió dejar atrás la «bimodalidad» y el sistema de burbujas. «La resolución que aprobamos hoy permite que todos los chicos y chicas empiecen a ir todos los días a la escuela a partir del próximo lunes. Es una clara señal que empezamos a ir, de a poco, a la vida que queremos. Estoy seguro que para cada uno de nosotros es una gran satisfacción empezar a caminar esta decisión, con mucha prudencia», se esperó el titular de Educación, Martín Müller, durante un encuentro que mantuvo el jueves, en Villaguay, con los titulares de las 17 Departamentales de Educación.
La vuelta, según lo establece la resolución N° 2.424, se apoya en el positivo desarrollo del plan de vacunación antiCovid que lleva adelante el Ministerio de Salud “que ha cobrado mayor dinamismo ante el arribo de mayores cantidades de dosis, las que constituyen un elemento sumamente importante para atravesar esta etapa de la pandemia, y tienen como grupos priorizados al sector docente, auxiliares de la educación y estudiantes menores de 18 años de los distintos niveles del sistema educativo”.
Pero además por cuanto “resulta indispensable atender prioritariamente las trayectorias educativas de estudiantes que asisten a la escolaridad obligatoria a fin de cuidar la salud y la vida, sostener y acompañar sus aprendizajes con la mayor presencialidad que los indicadores epidemiológicos permiten”. Y porque “en virtud que los contagios en niños de escolaridad inicial y primaria no han sido significativos y que el personal docente se encuentra con un avanzado esquema de vacunación, según información proporcionada por el Ministerio de Salud de la Provincia, se presenta como razonable avanzar hacia una plena presencialidad de los estudiantes que asisten a los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo provincial”.
Pero la disposición del CGE se topó con la organización escolar. «Muchas escuelas decidieron terminar el trimestre de la forma como lo venían haciendo, mediante burbujas -explica Susana Cogno, secretaria general de la seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer)-. La autonomía institucional y el fuerte trabajo sindical sobre las condiciones de las escuelas deja claro que forzar no sirve si no están dadas las condiciones en muchos edificios».
La dirigente apunta un dato más: «Igualmente, la gran problemática, además de las aulas y sus dimensiones, es el mobiliario, que no es el suficiente como tampoco es el adecuado ya que también contamos con mesas dobles. En un banco doble no hay más de 15 centímetros de distancia entre los estudiantes. Los bancos tienen entre 90 centímetros y un metro, según el modelo y por el protocolo nacional deberíamos tener mínimo 90 centímetros de distancia. En algunas escuelas, algunos cursos pueden y otros no. Es un panorama absolutamente desigual: cada institución definió sobre las condiciones, y así, en una misma escuela hay diferentes situaciones. En Paraná, un 60% de las escuelas tiene complicaciones».
El grupo político Paraná Joven realizó un relevamiento en algunas escuelas de la ciudad: en la Escuela Carbó informaron que “por el tamaño de las aulas, y un total de 470 chicos no pueden garantizar aún una distancia mínima entre alumnos. “Estamos funcionando en una capacidad mixta de entre 15 y 18 alumnos por las aulas pequeñas. Se cumplió con la desinfección entre los cambios de turnos”, señalaron, según recoge el sitio digital TeConté.
Por su parte en la Escuela Juan Manuel de Rosas, en San Agustín, con 409 alumnos y graves problemas edilicios en sus baños, la rectora dijo que “aún seguimos trabajando con burbujas porque no pueden garantizar el distanciamiento entre bancos”. En tanto, la Escuela Normal José María Torres pudo iniciar sin ningún problema en los accesos y egresos. “Las aulas de la Normal son muy grandes y eso hace posible una buena organización y cumplir protocolos sanitarios; demás contamos con medidores de dióxido de carbono y que fueron analizando los espacios y los resultados fueron óptimos para la capacidad de alumnos que había en cada aula”, se informó.
Desde el Consejo de Educación, el vocal Exequiel Coronoffo, explicó: «Lo que se recomendó es que esta semana se tenga flexibilidad para que las escuelas puedan hacer una transición hacia la presencialidad plena, organizando espacios y la cuestión de los docenes. Venimos cediendo: no queremos forzar nada. Ninguna escuela ha pedido no volver. Es más, ha sido muy masivo el apoyo de las familias, de los estudiantes, incluso de los docenes, porque es todo un lío trabajar en la bimodalidad. Ha sido complicado la bimodalidad para muchos, así que la vuelta a la presencialidad plena ha sido positivo en muchos aspectos».
Fuente: Entre Ríos Ahora