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Proponen el teletrabajo para descentralizar Buenos Aires

Desde el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz plantearon la importancia de modificar, a través del trabajo a distancia, “algunas desigualdades estructurales de la economía argentina” que generan la concentración de población y de recursos. El Estado destina el 27% del presupuesto a la capital.



Por Diego Colao

El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) planteó en su último informe la importancia de utilizar la experiencia del teletrabajo durante la pandemia “para impulsar un proceso de descentralización” del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), situación que genera “desigualdades estructurales” en la economía argentina.

“Vemos con preocupación y atención cómo modificar algunas desigualdades estructurales que son de larga data en la economía argentina y una de esas tiene que ver con la mala distribución de los recursos económicos y de la población, que está muy concentrada en el área metropolitana de Buenos Aires”, destacó el economista Nicolás Pertierra.

Y agregó que “el teletrabajo puede cumplir una función complementaria, la de permitir que parte del trabajo que hoy se concentra en el gran centro urbano de Buenos Aires pueda tener también un impacto positivo en otras regiones, hoy con menos población y menos recursos”.

Lo que propone el economista es “pensar una política de estímulo al teletrabajo que tenga como objetivo cerrar una brecha regional y geográfica que hace que haya provincias con muchos menos recursos que la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo para atender la seguridad, la salud, la educación”.

El análisis apunta en primer lugar al sector público, que es el “gran protagonista de los que” el Estado “contrata principalmente en la ciudad”, y como ejemplo de esto, indicaron que la administración pública nacional le destina el 27% de su presupuesto a menos del 3% de la población, en la ciudad de Buenos Aires.

“Es una disparidad muy grande”, indicó Pertierra y señaló que “hay distintas estrategias que puede tomar el sector público: mucha gente de los ministerios nacionales, secretarias y direcciones que están hoy en la ciudad” podrían utilizar “lo que se llama telecentros”, para que esos empleados públicos trabajen en otras localidades del país.

Desde el CESO constataron que estudios en Estados Unidos dicen que hasta un 30% de los puestos de trabajo se pueden hacer de forma remota, y aunque en países como Argentina este número sería menor, trabajos de economistas en el país hablan de entre el 25% y 27%.

“Nosotros partimos de la encuesta permanente de hogares que realiza el Indec, y ahí identificamos que durante la pandemia más estricta en el área metropolitana de Buenos Aires trabajaron de forma remota desde sus hogares más de 700 mil personas”, describió Pertierra.

Y destacó que si “un 5% de eso, unas 30.000 personas” pudieran trabajar de forma remota “tendría un impacto económico significativo; implicaría que esos sueldos no se gasten en la ciudad de Buenos Aires, sino en otras regiones, que ese gasto dinamice comercios en otras zonas, con un aporte que se puede hacer también por el lado de la infraestructura, la vivienda y la conectividad”.

Como un ejemplo particular, el informe destaca que la descentralización de 38.000 puestos de trabajo implica generar 50.288 millones de pesos al año en la región de destino, lo que equivale al 7,6% de la producción de la provincia de Chaco.

Por el lado de la vivienda e infraestructura que sería necesaria para la mitad de la población potencialmente descentralizable, desde el CESO calcularon una inversión adicional por 50.787 millones de pesos y 31.700 puestos de trabajo asociados, 19.900 en el sector de construcción y 11.800 en actividades relacionadas.

“Requiere medidas mucho más de fondo que simplemente apostar a una modalidad como el teletrabajo, pero hay que tener en cuenta que la concentración que tiene la Argentina en su centro urbano con prácticamente un tercio de la población, es muy superior a la de cualquiera de otros países grandes que tenemos en la región, como Brasil o México”, aseguró Pertierra.

Los datos indican que en México el 16,8% de la población trabaja en la ciudad capital, en Brasilia el 2,19%, en Colombia el 21,5% mientras que en Argentina el 34,5%.

Otro indicador de esta desigualdad lo muestran la cantidad de inmuebles del Estado nacional: un 97,5% están radicados en la ciudad de Buenos Aires.

Conectividad y teletrabajo

Otro aspecto “indispensable para la difusión del teletrabajo” tiene que ver con la infraestructura en general y en particular, con “el acceso a servicios de internet fija con baja latencia y un ancho de banda de bajada superior a los 25Mbps”.

Ciudad de Buenos Aires encabeza el ranking de velocidad de conexión con 67 Mbps de bajada, le sigue Buenos Aires con 50, luego Catamarca (38), Tucumán (36), Córdoba (35) y Neuquén (34); mientras que La Rioja y Mendoza son las de menor rango, con 13 y 11 Mbps respectivamente.

Por el lado de las conexiones fijas, Pertierra destacó que “es algo que necesita consolidarse y acá entran como actores clave muchas cooperativas de servicios que son las que llevan este tipo de servicio hasta los hogares finales, porque se hizo una gran inversión en lo que es la red federal de fibra óptica pero falta llevar esa conexión hasta la puerta de los hogares y ahí el sector cooperativo tiene un rol estratégico”.

CABA encabeza la lista de zonas con más conexiones de internet fijas por hogar, con un 108%; le siguen San Luis (82%), La Pampa (82%) y Córdoba (78%); mientras que Neuquén está en el 9 lugar con 67%.

San Juan (36%) y Formosa (32%) son las provincias con menores conexiones.































Fuente: Va con Firma