Belen López es un destacado médico ginecólogo y obstetra; ex director de salud pública municipal; actual responsable del archivo histórico de la ciudad de La Paz, entre otras actividades culturales, educativas, ambientales, que lo muestran siempre comprometido con la realidad social de la comunidad de la cual es oriundo. Pero una de las pasiones que atraviesan su trayectoria es la escritura. Historias simples, mchas veces invisibles, emotivas y cargadas de contexto político, lo convierten en un vecino con inmensa sensibilidad y empatía. Hoy presentamos un espacio que él mismo denominó, "Micro Historias de Consultorio", para pensar entre líneas acerca del mensaje que Belén López nos quiere compartir.
“Dora y el valor de la educación”
Viernes previo a finde largo. Mucho frío y atendiendo las últimas pacientes. Ella es Dora Ines y tiene 48 años. Me muestra sus estudios, charlamos del colesterol un poco alto, comenta que a veces no le alcanza el tiempo y que anda medio acelerada. Me dice entonces que está estudiando, porque quiere terminar la secundaria. Dejando su ficha por un momento, le comienzo a preguntar y charlamos.
¿Por qué no pudo terminar la escuela?
“Como mi papá era trabajador golondrina y siempre íbamos de un lugar para otro, yo nunca tenía estabilidad para estudiar. Él no sabía leer ni escribir y siempre decía que ir a la escuela era una pérdida de tiempo. Tuvimos una infancia difícil, a veces pienso que no muy linda. Fui a la Escuela N° 98 Patria Argentina por el kilómetro 12, no si se ubica, hasta los ocho años, pero no pude seguir”.
¿Cómo se decidió a retomar?
“Después formé pareja, tuve cuatro hijos y dos nietos hermosos. Siempre les decía a mis hijos que estudien, que con un estudio uno puede salir adelante, que se puede tener un futuro. Ellos gracias a Dios están encaminados, tienen sus cosas, su vida hecha. Pero también siempre pensaba, “algún día voy a terminar el colegio”. Cuando ellos estuvieron grandes, retomé mis estudios. Así que primero terminé la primaria en la Escuela 48 Leonidas Acosta a la noche y ahora arranqué con la secundaria en el Instituto Comercial Nocturno, donde voy de 7 a 11 de la noche”.
¿Cómo se arregla para estudiar?
“Yo tengo una hija que es profesora de Historia y ella es la que me ayuda con las clases virtuales. Para mí es todo nuevo, yo no sabía manejar todo eso y ella me fue guiando; me cuesta un montón pero ahí vamos. Imagínese si para mi es difícil manejarme con un celular, lo que significa sin clases presenciales. Pero con la ayuda de ella, espero terminar”.
¿Por qué piensa que es importante la educación?
“Teniendo educación te formas, sos otra persona. A veces veo gente cercana que no terminó la escuela y así no pueden salir de la vida que llevan y continúan ahí nomás. No salen adelante. Yo soy orgullosa de haberme criado en un rancho, pero quiero una vida mejor, sobre todo para mis hijos. Siempre les dije, que ellos tenían que ser mucho mejor que yo. Al colegio, voy con chicos que han dejado el colegio y lo retoman y siempre les digo que tienen que estudiar porque el único futuro que tenés, es estudiar. Es lo único que te puede sacar adelante.
¿Qué desea alcanzar?
Me gustaría tener un techo mío, porque actualmente alquilo, pero mis sueños están cumplidos al ver a mis hijos bien y ver crecer a mis nietos.
¿Qué tiene pensado hacer cuando termine la secundaria?
Me encantaría seguir la carrera de Enfermería, pero no sé si me va a dar la edad. Pero… nunca es tarde.
Mientras va acomodando en un sobre, los estudios que trajo, se coloca su abrigo para salir a la tardecita fría. Le pido para captar su imagen y la despido diciéndole que nunca deje de luchar por sus proyectos. Ella me saluda con una sonrisa detrás del barbijo.
Cuantas Doras habrá peleando por sus sueños a pesar de las dificultades. Mujeres anónimas con historias de sacrificio, esfuerzo y espíritu de lucha. Dios las acompañe y les de la gracia de poder lograr sus objetivos. La Paz, sus historias y su gente… nuestra gente.