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Un libro revela la peligrosa e informal trama de la industria de la indumentaria en Argentina

¿Quién hace tu ropa? es el título de un libro que da cuenta sobre la industria de la indumentaria en la Argentina, donde se habla de las grandes marcas y de los talleres ilegales, entre otros aspectos del tema investigado. Jerónimo Montero Bressán, uno de los coordinadores del trabajo bibliográfico, dijo en radio “Costa Paraná” que “el interés de investigar viene tras el incendio de un taller clandestino de Caballito, donde murieron cinco chicos y una mujer embarazada".


"Nosotros ponemos el énfasis en las grandes marcas porque son las que más deberían contribuir a cambiar la realidad del trabajo, aunque también ligamos el tema a los talleres informales. Y lo que en sí encontramos fue un sistema productivo basado en la informalidad, independientemente de por dónde se canaliza la venta de la ropa”.

El libro, escrito por investigadores especialistas en la industria indumentaria, describe la producción en la Argentina, detalla la trama que vincula a grandes marcas con espacios de trabajo informal y busca instalar un debate con todos los actores del sector, a 15 años del incendio en taller textil ubicado en el barrio porteño de Caballito, en el que murieron cinco menores de 18 años y una mujer embarazada.

Montero Bressán trabajó el libro junto a otro investigador, Andrés Matta. En la charla radial sostuvo que en el trabajo combinan la labor de otros ocho investigadores.




“Cuando vamos para atrás con la cadena productiva nos encontramos con que el 70 por ciento de la mano de obra de este sector es informal. Las marcas -reveló el entrevistado- no se entienden como productoras, más allá de que se dicen fabricantes y afirman que no deberían ser responsables de las condiciones de trabajo porque comercializan algo que producen otros. Sin embargo son las principales beneficiadas económicas de la producción y además la legislación argentina establece que sí son responsables cuando contratan a los talleres”.

En la charla con el programa “Para empezar”, de la radio municipal de Paraná sostuvo que “también los puestos de La Salada y calle Avellaneda comercializan algo que hacen producir a otro, pero se hacen responsables de las condiciones de trabajo”.

Se habló de que la informalidad está naturalizada en el sector. “Está normalizado y los talleres en blanco que trabajan bien vale oro en la industria, porque las marcas necesitan mostrar que parte de la producción la hacen en talleres en blanco cuando le hacen inspecciones, especialmente desde la Afip”, observó el autor.

Tras indicar que el sector genera mucho trabajo, y que se da la explotación de inmigrantes ilegales, en especial mujeres, el entrevistado sostuvo que la diferencia de precio de trabajar en un taller en blanco o en uno informal “es mínima” porque los principales gastos están en otros ítems, como el pago de local, pago de impuestos, costos financieros y comerciales en general. Y los empleados y los empleados de comercio se llevan un porcentaje muy superior al de la costurera, que se queda con un uno por ciento del costo de la prenda”.

Luego el autor entrevistado dio una inquietante advertencia al decir: “Creo que estamos a cinco minutos de un nuevo incendio de un taller informal porque no hay control. Con el precio del dólar -se explayó- la exportación está cerrada y entonces, en ese contexto, todo el mundo busca gente que produzca en el país y por eso hay mucho trabajo para la costura. Cuando salgamos esta situación de cuarentena y vuelva a explotar el consumo de ropa, esa venta va a estar basada en la producción en negro porque no hay nada que haya cambiado”.

Sostuvo que los talleres están concentrados “en la zona aledaña a La Salada y al circuito de comercialización de la calle Avellaneda, del Bajo Flores; en La Matanza, Lomas de Zamora, Ingeniero Budge, y se localizan ahí porque tienen una fuerte demanda de los dos circuitos comerciales y además las marcas van a buscar ahí los productos”.



Finalmente, en alusión al incendio del barrio de Caballito ocurrido en 2006, dijo que murieron cinco menores y una mujer embarazada. Diez años después “logramos que se haga el juicio, en el que los talleristas fueron presos 13 años por el delito de reducción a la servidumbre, y logramos que se incluya a los dueños de las marcas que son los verdaderos responsables, pero la Justicia federal los absolvió sin investigar y eso nos consta”, remató Montero Bressán.












Fuente: www.costa.parana.gob.ar