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Salud Mental: ¿Qué efecto tiene la pandemia?

En la segunda ola de la encuesta internacional “La vida en tiempos de COVID-19” preguntamos sobre los efectos psicológicos que tuvieron la pandemia y las medidas de prevención en la población. Investigamos quiénes fueron los más afectados, separándolos por edad, región y situación laboral y económica. Analizamos los resultados de cinco países: Argentina, Alemania, Estados Unidos, Indonesia y Portugal. 


Los datos revelan que una porción considerable de la población tiene síntomas de depresión: cerca de 50% de los encuestados en Argentina, Indonesia, Portugal y los Estados Unidos, y alrededor de 40% en Alemania superan el umbral de depresión “Leve”.


La pandemia de coronavirus parece tener un mayor costo para la población joven, en términos de salud mental. En los seis países analizados, los jóvenes tienen mayores niveles de depresión que las personas mayores.


La pandemia ha tenido profundos efectos en los ingresos de una porción importante de la población. En la encuesta preguntamos sobre cambios en los ingresos económicos desde el inicio de la crisis de covid-19. Agrupamos las respuestas en relación con el tipo de cambio que experimentaron los entrevistados: caída de los ingresos, ingresos que se mantuvieron, subida de los ingresos.


Los resultados muestran que en la mayoría de los países, aquellos que sufrieron una caída de sus ingresos tienen más posibilidades de tener mayores niveles de depresión. Es un resultado esperable, pero cobra particular relevancia si se tiene en cuenta la duración de la pandemia: sugiere que mientras continúe la crisis, se van a agudizar los factores que generan estrés.

Los datos muestran, además, que quienes tienen dificultades para pagar las cuentas tienen más posibilidades de tener mayores niveles de depresión. Con la disrupción provocada por la pandemia aumentó el desempleo y cayeron los ingresos. Estos resultados muestran que quienes están en una situación financiera vulnerable, al enfrentar la pandemia, sufren consecuencias desproporcionadamente grandes en relación a su salud mental, y se agudizan además las diferencias sociales.


La pandemia del COVID-19 ha tenido un efecto enorme en nuestras vidas. Muchos de nosotros nos enfrentamos a retos que pueden ser estresantes, abrumadores y provocar emociones fuertes en adultos y niños. Las medidas de salud pública, como el distanciamiento social, son necesarias para reducir la propagación del COVID-19, pero pueden hacernos sentir aislados y aumentar el estrés y la ansiedad. Aprender a sobrellevar el estrés de manera sana permitirá que usted, sus seres queridos y las personas con las que está en contacto desarrollen una mayor resiliencia.

El estrés puede provocar lo siguiente:

  • Sentimientos de temor, enojo, tristeza, preocupación, entumecimiento o frustración
  • Cambios en el apetito, los niveles de energía, deseos e intereses
  • Dificultad para concentrarse y tomar decisiones
  • Dificultad para dormir o pesadillas
  • Reacciones físicas como dolores de cabeza, dolores corporales, problemas estomacales y sarpullido
  • Agravamiento de problemas de salud crónicos
  • Agravamiento de problemas de salud mental
  • Mayor consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias
Es natural sentir estrés, ansiedad, angustia y preocupación durante la pandemia del COVID-19. Las siguientes son formas de ayudarse, ayudar a otras personas y a la comunidad de manejar el estrés.

Alternativas saludables para sobrellevar el estrés

  • Tómese descansos y deje de mirar, leer o escuchar las noticias. Esto incluye redes sociales. Está bien estar informado, pero escuchar noticias sobre la pandemia de manera constante puede ser angustiante. Considere limitar ver noticias solo un par de veces al día y desconectarse de las pantallas de teléfono, televisión y computadoras por un tiempo.
  • Cuide su cuerpo.
  • Haga respiraciones profundas, ejercicios de estiramiento o meditaciónícono de sitio externo.
  • Trate de comer alimentos saludables y comidas bien balanceadas.
  • Haga ejercicio regular.
  • Duerma bien.
  • Evite el consumo excesivo de alcohol, tabaco y el uso de sustancias.
  • Siga tomando las medidas preventivas de rutina (como las vacunas, pruebas de detección del cáncer, etc.) según las recomendaciones de su proveedor de atención médica.
  • Vacúnese contra el COVID-19 cuando la vacuna esté disponible.
  • Hágase un tiempo para relajarse. Trate de hacer otras actividades que disfrute.
  • Comuníquese con otras personas. Hable con personasícono de sitio externo de su confianza acerca de sus inquietudes y de cómo se siente.
  • Conéctese con sus organizaciones comunitarias y de fe. Mientras haya orden de mantener el distanciamiento social, trate de mantener la conexión con sus seres queridos en línea, a través de redes sociales o por teléfono o correspondencia.