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La República Argentina recibió este viernes tres contraofertas por parte de sus acreedores




El ministro de Economía, Martín Guzmán, junto a su equipo y los asesores financieros están analizando las características de las propuestas y sus implicancias para el objetivo de restaurar la sostenibilidad de la deuda pública.


"El gobierno argentino y los acreedores de la República continúan el diálogo constructivo en pos de alcanzar un acuerdo sostenible en el proceso de la reestructuración de la deuda pública externa", informaron desde el Palacio de Hacienda.

La posibilidad de una contapropuesta de los acreedores que pudiera significar un acercamiento en las negociaciones fue uno de los factores que mencionaron los analistas de mercado para explicar el comportamiento de los bonos en dólares, que hoy subieron hasta 11,3%.

En el balance semanal los títulos públicos nominados en moneda extranjera avanzaron 10,9%, y de esta manera el riesgo país se fue acomodando a la baja en los últimos días hasta registrar hoy una caída de 6,80%, hasta los 2.837 puntos básicos, en el marco de la negociación.

El viernes próximo vence el segundo plazo que el Gobierno otorgó a los bonistas para que acepten una oferta de reestructuración de la deuda externa, luego de que fue mayormente rechazada en una primera instancia.


Argentina propone canjear US$ 66.238 en bonos emitidos bajo legislación extranjera por otros títulos con vencimiento a 20 años. Además, no pagar ni capitales ni intereses hasta el 2023, y ese año abonar una tasa del 0,5%, que iría creciendo “hasta niveles sostenibles”, dijo Guzmán al presentar la oferta.

El canje de deuda incluye una fuerte quita del 62 por ciento en los intereses y una del 5,4 por ciento para el capital.

La nueva fecha del 22 de mayo para cerrar la negociación coincide con el día en que Argentina podría caer en default ya que vencen los 30 días del período de gracia para el pago de US$ 503 millones de cupones de tres bonos Global.

Argentina también negocia cómo pagar otros US$ 44.000 millones que le debe al Fondo Monetario Internacional, a los que se suman US$ 2.100 millones al Club de París, y unos US$ 6.000 millones de títulos en dólares emitidos bajo legislación local.